A nombre de Grupo Jurídico Palacios
Obtener una tarjeta verde puede ser una de las mejores experiencias para los inmigrantes en Nueva York. Sin embargo, dado que las leyes de inmigración no siempre son claras y a menudo parecen estar en un estado de cambio continuo, no todos los residentes permanentes comprenden completamente sus derechos. Según la ley, los titulares de la tarjeta verde están protegidos por una amplia gama de derechos que les permiten vivir una vida feliz y plena en los Estados Unidos.
El derecho más ampliamente comprendido que otorga la residencia permanente es el derecho a vivir y trabajar en cualquier lugar dentro de los EE. UU. Esto incluye poseer propiedades, obtener una licencia de conducir, asistir a instituciones educativas públicas e incluso servir en el ejército. Los residentes permanentes pueden incluso votar en muchas de sus elecciones locales.
Los residentes permanentes también están protegidos por la Ley de Derechos Civiles de 1964. Esta ley federal brinda a los ciudadanos y residentes permanentes protección contra la discriminación por motivos de origen étnico, raza y nacionalidad de una persona en varias áreas. Esto significa que los empleadores, propietarios, proveedores de atención médica y otros no pueden negarle servicios o atención a un residente permanente de manera discriminatoria. Esto es especialmente importante para los inmigrantes que temen que su origen étnico dificulte su integración plena en la sociedad estadounidense.
Uno de los mayores derechos como residente permanente es la posibilidad de solicitar la ciudadanía cuando sea elegible. Para aquellos que esperan hacer de Nueva York algo más que una simple residencia permanente y un verdadero hogar, lograr la ciudadanía es un objetivo elevado. Utilizar ciertos peldaños de inmigración, como obtener una tarjeta verde, puede ayudar a estas personas a alcanzar esos sueños.