A nombre de Grupo Jurídico Palacios
Hay muchos conceptos erróneos sobre los acuerdos prenupciales. Una de esas ideas erróneas es que los acuerdos prenupciales son sólo para los muy ricos o para aquellos que tienen una serie de activos que proteger. Otra es que las parejas sólo firman acuerdos prenupciales cuando prevén divorciarse. Ninguna de estas cosas es cierta. En derecho de familia, los acuerdos prenupciales son herramientas de planificación útiles para prácticamente todas las parejas en Nueva York.
Si bien es cierto que los acuerdos prenupciales generalmente abordan lo que sucederá con los bienes durante un divorcio, esto no es malo. Incluso podría mejorar las habilidades de comunicación y predecir cómo una pareja determinada podría manejar conflictos futuros. Es cierto que es difícil hablar sobre qué hacer con los bienes en caso de divorcio, pero aquellos que logran superar el proceso con éxito ya podrían demostrar cuánto conflicto pueden manejar durante el matrimonio.
Los acuerdos prenupciales también facilitan las cosas a las parejas que atraviesan períodos difíciles. La estabilidad financiera después del divorcio es una preocupación importante para muchas personas, y aquellos que sienten que no pueden asegurar esa estabilidad podrían decidir simplemente permanecer en matrimonios infelices. Las parejas que tienen acuerdos prenupciales son libres de resolver sus problemas matrimoniales sin preocuparse de quién se quedará con qué al final. La decisión de seguir casado o divorciarse puede basarse en los sentimientos más que en las finanzas posteriores al divorcio.
Las parejas utilizan los acuerdos prenupciales para proteger todo tipo de bienes. Dado que la ley de familia de Nueva York considera a las mascotas como una propiedad, los dueños de mascotas pueden incluso declarar muy claramente que sus amigos de cuatro patas permanecerán con ellos después del divorcio. Resolver los detalles de un acuerdo prenupcial puede resultar fácil para algunas parejas, pero escribir y firmar un acuerdo ejecutable puede ser más difícil. Ya sea que una pareja ya haya llegado a un acuerdo o necesite ayuda para resolver los detalles, generalmente es una buena idea buscar orientación de una parte con experiencia.